La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) informó que su satélite BurstCube, diseñado para estudiar las explosiones más poderosas del universo, está en camino a la Estación Espacial Internacional.
La nave espacial viaja a bordo de la 30ª misión de Servicios de Reabastecimiento Comercial de SpaceX desde el complejo de lanzamientos 40 en la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral. BurstCube será desempacado y luego puesto en órbita. Desde allí detectará, localizará y estudiará los brotes cortos de rayos gamma, los cuales son breves destellos de luz de alta energía.
“Puede que BurstCube sea pequeño, pero además de investigar estos fenómenos extremos, está poniendo a prueba nuevas tecnologías y aportando una experiencia importante para los astrónomos e ingenieros aeroespaciales que inician su carrera”, dijo Jeremy Perkins, investigador principal de la misión BurstCube en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland.
Los astrónomos tienen interés en estudiar los estallidos de rayos gamma utilizando tanto la luz como las ondas gravitacionales debido a que cada una puede enseñarles algo sobre los diferentes aspectos de este fenómeno. Este enfoque es parte de una nueva manera de entender el cosmos, llamada astronomía multimensajero.
El BurstCube pertenece a una clase de naves espaciales llamadas pequeños satélites CubeSat. Estos satélites vienen en una gama de tamaños estándares basados en un cubo que mide 10 centímetros (3.9 pulgadas) de cada lado. Los CubeSat proporcionan un acceso al espacio que es eficiente en costos, para facilitar la innovación científica, poner a prueba nuevas tecnologías y educar a la nueva generación de científicos e ingenieros en el desarrollo, la construcción y las pruebas de misiones.