El primero de los 213 cazas F-16 que compró el Reino de los Países Bajos llegó a la Base Aérea de Leeuwarden el 6 de junio de 1979. El avión de combate de fabricación estadounidense ha demostrado durante más de 45 años su valor añadido en el país y en el extranjero.
En 1979, el F-16 “Fighting Falcon” sucedió al F-104 “Starfighter” y más tarde al NF-5. El F-35 está reemplazando ahora al F-16. El Ministerio de Defensa se despidió oficialmente del legendario avión. Esto ocurrió, entre otras cosas, con un vuelo en formación de 8 aviones sobre el territorio de los Países Bajos.
Hoy en día, sólo las bases aéreas de Leeuwarden y Volkel albergan aviones de combate. También estuvieron estacionados en las bases aéreas de Eindhoven, Gilze-Rijen y Twenthe.
En los Países Bajos, por ejemplo, dos de estos aviones estuvieron en alerta en numerosas ocasiones para vigilar el espacio aéreo de Bélgica, los Países Bajos y Luxemburgo. La llamada Alerta de Reacción Rápida también tuvo que activarse repetidamente porque los bombarderos rusos se acercaron o entraron en el espacio aéreo holandés. Otro ejemplo es el compromiso de monitorear los diques. Los F-16 utilizaron equipos de infrarrojos para mapear si los diques estaban saturados de agua y, por lo tanto, debilitados.
Las cosas no siempre salieron bien. El primer F-16 se estrelló el 10 de marzo de 1980. A esto le siguieron 44 accidentes más con este tipo de aviones de combate. Algunas máquinas aún pudieron repararse, pero 36 fueron perdidas torales. En total, la fuerza aérea perdió 15 pilotos de F-16 en los 45 accidentes y colisiones.
Los F16 holandeses han participado en diferentes misiones en Europa. Los Países Bajos también desplegaron F-16 desde Cerdeña como Protector Unificado en Libia en 2011.
La era del F-16 ha terminado para la Fuerza Aérea, pero no para los F-16. De los dispositivos que no se han vendido ni dado de baja a lo largo de los años, 14 de los 18 prometidos se encuentran ahora en Rumanía. En él se forman pilotos de combate, no solo rumanos sino también ucranianos.
Países Bajos están donando los últimos F-16 a Ucrania para utilizarlos en la lucha contra los rusos.
Imagen: Alejandro Torres
