En agosto de 1954, uno de los tres Super Constellation de Iberia, el llamado Santa María, voló por primera vez entre Madrid y Nueva York.
El primer vuelo entre Madrid y Nueva York, que tuvo una duración de 15 horas debido a las condiciones meteorológicas (aunque lo normal era de entre nueve y diez horas), tenía capacidad para 19 pasajeros en su cabina de primera clase y 55 en turista. La tripulación del vuelo estaba formada por 10 personas en total.
La ruta entre Madrid y Nueva York se fue consolidando a lo largo de los años y prueba de su éxito fue el incremento del número de pasajeros. En los primeros cinco meses de funcionamiento, de agosto a diciembre, se transportaron cerca de 2,000 personas. Al año siguiente se llegó a 7,300. Después de 25 años, en 1979, la ruta había transportado más de 2 millones de pasajeros.
Fue la incorporación de tres Super Constellation lo que permitió la apertura de rutas regulares al otro lado del Atlántico, como Nueva York, La Habana y Buenos Aires. En 1952, la aerolínea española compró tres Lockheed L-1049 Super Constellation. El primero llegó a Madrid el 24 de junio de 1954. Las tres nuevas aeronaves recibieron el nombre de las tres carabelas de Cristóbal Colón: Santa María, Niña y Pinta.
