Electra ha completado con éxito las pruebas en túnel de viento motorizado de su avión híbrido-eléctrico EL9, lo que confirma que el diseño de ala proporciona la sustentación necesaria para el despegue y el aterrizaje en tan solo 45 metros. Esto representa el 10 % de la distancia que suelen requerir las aeronaves convencionales del mismo tamaño.
Utilizando una maqueta a escala del 20 % del ala del EL9, las pruebas demostraron coeficientes de sustentación superiores a 20, siete veces superiores al rango de 2,5-3 típico de otras alas. Los resultados validan el potencial de la sustentación eléctrica para aumentar la capacidad de sustentación del ala a bajas velocidades, lo que permite operaciones seguras de despegue y aterrizaje desde espacios del tamaño de una cancha de fútbol. Las pruebas también confirman que el perfil de aproximación y aterrizaje del EL9 cumple con todos los requisitos de seguridad y margen de pérdida de la Parte 23 de la FAA, lo que garantiza un manejo seguro y predecible a bajas velocidades.
Este diseño innovador abre la puerta a una gama de nuevas capacidades para operadores comerciales y de defensa, incluyendo la posibilidad de conectar comunidades con falta de infraestructura, volar a aeropuertos con estrictas restricciones de ruido, crear nuevas oportunidades y modelos de negocio para los servicios de carga y ahorrar tiempo y molestias a los viajeros. También introduce capacidades logísticas completamente nuevas para los combatientes, incluyendo la capacidad de aterrizar en superficies no acondicionadas, mejorar la seguridad y reducir costos, impulsar operaciones terrestres y realizar transporte logístico crítico.
“Este es un hito importante que demuestra la capacidad del EL9 para despegar y aterrizar en espacios nunca antes posibles para aeronaves de ala fija”, declaró Chris Courtin, Director de Desarrollo Tecnológico de Electra. La verificación de la eficacia del ala optimizada del EL9 demuestra que este avión es transformador y práctico.
El Ejército de los EE. UU. colaboró con la financiación de las pruebas a través de un contrato de Investigación de Innovación para Pequeñas Empresas (SBIR), mientras explora el potencial de la tecnología de ala soplada y la aeronave híbrida-eléctrica de doble uso de Electra para ampliar sus capacidades militares.
Electra cuenta con más de 2200 pedidos anticipados del EL9 de más de 50 operadores en todo el mundo, valorados en más de 10,000 millones de dólares, una de las mayores carteras de pedidos en el sector de la Movilidad Aérea Avanzada. Los primeros vuelos de prueba están previstos para 2027, y la certificación y la entrada en servicio comercial se prevén para 2029, según las regulaciones de la Parte 23 de la FAA.
Los motores eléctricos impulsan el aire sobre el ala y los amplios flaps del EL9, lo que permite capacidades sin precedentes de despegue y aterrizaje en distancias ultracortas. Pruebas recientes en el túnel de viento del MIT con un modelo del ala a escala del 20 % validaron coeficientes de sustentación siete veces superiores a los de las aeronaves tradicionales.